miércoles, 13 de octubre de 2010

EL ENEMIGO DE MI ENEMIGO ES MI AMIGO

Venezuela es un país altamente polarizado donde todo gira alrededor del presidente Chávez, los que lo apoyan y los que se oponen. Esto ha logrado que se pierda la objetividad para muchas cosas ya que lo importante es sacar a Chávez o mantenerlo en el poder. La popularidad del presidente es tan fuerte que su oposición no tendría vida si no se une. Esto lo han entendido los oposicionistas quienes desde 1998, cuando después de varias atrocidades políticas (eliminaron las candidaturas de Irene Saez y de Alfaro Ucero en contra de su voluntad así como adelantaron la elección al extinto congreso para que no coincidiera con las elecciones presidenciales y de esta forma perder menos curules) lograron enfrentar solos a Salas Romer y Hugo Chávez donde la victoria del presidente fue indiscutible (el sistema electoral que existía era el famoso “acta mata voto” y el poder estaba en manos de los adecos y copeyanos expertos en esa técnica) por lo que debieron admitir su derrota. Desde ahí han buscado mecanismos y rutas que le permitan llevar candidaturas unitarias que aglutinen el sentimiento antichavista. Como lo escribí antes, la propuesta no importa, no es tiempo de discutirla, el verdadero sentimiento a explotar y por lo único que se unen es porque hay que sacar a Chávez.

Ahora bien, ¿Quiénes se unen contra Chávez?. La verdad es que hay de todo, aquí es donde aplican el famoso refrán “el enemigo de mi enemigo es mi amigo” no importa la calidad moral que éstos tengan ni mucho menos su ideología, proyectos o intereses. De eso se encargarán de discutir después… Es así como tristemente podemos ver a un Teodoro sonriendo con Ramos Allup y levantando su mano, sin importar que los adecos lo persiguieron, lo apresaron, torturaron y asesinaron a sus compañeros y que predicaban ideológicamente lo totalmente contrario a él (claro que Teodoro dejó claro en el gobierno de Caldera que es un ser profundamente de derecha por lo que tal vez este ejemplo no sea el más acorde) o un Andrés Velásquez o Lucas Matheus, el primero ex luchador sindical de izquierda y el segundo guerrillero e ideólogo de la Causa R ahora al lado de los adecos a sabiendas de todas las atrocidades que cometieron a nivel represivo, como en corrupción y violación de los derechos humanos. Pastora Medina, luchadora de izquierda lanzándose ahora con la tarjeta de AD cuando ella misma fue atacada por los grupos de choque de este partido en distintas ocasiones y vilipendiada y difamada hasta hace pocos meses por éstos. Ejemplos como éstos hay muchos ya que trasciende a la dirigencia y permea a la militancia por lo que vemos distintos sectores altamente antichavistas que alguna vez fueron altamente anitiadecos y hoy votan por esta corriente. Pero lo peor es que apoyan a delincuentes como el caso del diputado electo Mazuco a quien se le acusa de delitos gravísimos. ¿En qué pueden coincidir estos que hoy están unidos en la llamada MUD con los que algunas vez fueron la inspiración de la lucha política por un país más justo?, ¿Cómo pueden todos los antichavistas dejarse meter a estos delincuentes como sus candidatos y peor aún cómo votan por ellos?, ¿La máxima de ver perder a mi enemigo y por eso me uno al enemigo de mi enemigo vale más que la dignidad y la consecuencia de la lucha por los ideales que alguna vez pregonaron?, ¿tan poco fundamento tienen las banderas esgrimidas algún tiempo de justicia y libertad para todos que ahora se unen a los que históricamente han estado en contra de éstas?

Hubiese sido más digno perder solos que ganar al lado de todos estos delincuentes y representantes de los intereses más egoístas y apátridas de la historia contemporánea venezolana. Hubiese sido más digno perder solos que unirse al antipueblo.

Como nos dijo mi madre en pleno golpe de estado de Abril 2002 estando dentro de Miraflores rodeada de unas tanquetas que no se sabían si estaban con o en contra del golpe y en medio de las lágrimas de mi hermana “… hijos ustedes son lo que más amo en mi vida pero uno deber ser consecuente con lo que cree y con lo que lucha y en momentos difíciles no se puede salir corriendo como una gallina”.

La táctica y la estrategia nunca pueden estar por encima de la moral y la ética. Viva la dignidad y la consecuencia de los verdaderos revolucionarios que creen y luchan por una patria mejor, por una patria donde reine la justicia social y la felicidad de todo el pueblo.